Primera carpa pescada al Coup |
Quedamos a las 8:00 en Honrubia, nos dirigimos al pantano, y a eso de las 9:00, después de las pertinentes instrucciones técnicas y tácticas de mi maestro, pude lanzar por primera vez una caña de coup en acción de pesca.
Cuál sería mi sorpresa cuando a los cinco minutos escasos del primer lance veo que se hunde la veleta, instintivamente levanto la caña y…¡milagro!, clavo el pez. No me lo podía creer. Parecía que tenía enganchado un siluro en lugar de una carpita royal de medio kilo aproximadamente (foto de arriba). Debido a mi nula experiencia en pescar sin carrete, me parecía que la goma que sujeta la línea en este tipo de pesca se iba a romper en cualquier momento ante las ¿brutales? envestidas del monstruo que llevaba enganchado al final del sedal; pero poco a poco me fui rehaciendo de la sorpresa inicial y conseguí meter en la sacadora la carpa que, aunque menuda, me pareció la más hermosa del mundo.
Después de los vítores y felicitaciones por la primera captura (devuelta inmediatamente al agua como es preceptivo en la pesca sin muerte) y pensando que ya estaban cebadas las carpas, volví a lanzar pensando que la siguiente picada sería inminente. Pero no fue así, y en la siguiente hora y media no tuve ni una más, mientras que a mi lado, Chema, con su caña enchufable, sacaba ocho.
Cuando la desesperación hacía mella en mi ánimo me picó otra; ésta ya pesaba sobre un kilo y medio y, seguidamente, sin descanso alguno hasta las 13:00 h, se sucedieron picada tras picada hasta completar una veintena de ciprínidos sacados y devueltos de nuevo al agua.
La mayoría de las, aproximadamente, cincuenta carpas que sacamos entre los dos, superaban el kilo y medio de peso, cosa inusual en este pantano. Y, por fin, el broche de oro a uno de los días en que más he disfrutado de la pesca, fue la picada de una hermosa royal de más de 4 Kg., que puso a prueba la fiabilidad y solidez de mi nuevo equipo y que tras cerca de 15 minutos de lucha pude meter en la sacadora (realmente fue Chema el que la sacó, ya que la poca longitud de la anterior me impedían hacerme con mi preciado trofeo).
Por tanto, puedo catalogar la mañana como magnífica y admitir el gran atractivo que tiene esta modalidad de pesca.
Agradecimientos (como en los Oscar) a Chema por sus consejos e indicaciones técnicas para poder iniciarme con éxito en el mundo del coup –por cierto, él sacó una treintena de carpas- y a Rafa por haberme hecho los montajes de las líneas, sin los cuales no hubiera sido capaz de pescar nada.
Carpa de 4 kg. Pescada al coup con caña de 9 metros, veleta de 3 gramos, bajo de línea de diámetro 16 y anzuelo del nº 12. |
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