Paseo por Buendía

Pantano de Buendía
Más que pescar, nos dedicamos el Tío Julio y el redactor de esta supuesta crónica de pesca -pero sin peces- a disfrutar de un día apacible, ocupados en mojar y perder señuelos en el Pantano de Buendía. Así que, en lugar de explicar, como en la mayoría de las crónicas de pesca, en qué hora del día picaban mejor los peces, qué lugares eran más procicios para tentar el ataque de los depredadores, con que señuelos era más efectiva su pesca, etc., puedo dar un compendio de maneras en la que es seguro perder, cuantos peces artificiales y artilugios varios - creados para engañar al lucio, aunque luego no engañen a ninguno- lances a las claras aguas de este pantano conquense.
Así que, el resumen de la jornada de pesca, fue el siguiente: cero capturas, cero picadas y varias bajas "señueriles", que dejaron la caja de los mismos tan ligera y liviana que no notaba siquiera su peso, de lo menguada que quedó al finalizar la jornada de pesca, digo "de enganches".
Menos mal que la jornada se apañó en lo que respecta a la comida, ya que dimos cuenta de una hermosa tortilla de patata -lástima no haberle hecho una foto, pues fue la única captura del día- y algún manjar gastronómico más. Fue la primera tortilla que hacía en mi vida, con gran éxito de crítica y público (Tío Julio). Donde van a parar las tortillas desestructuradas de la nueva y "mariconil" cocina española. Vergënza les debería dar, por destrozar uno de los iconos culinarios patrios.

Chemary
Maitreya  (izquierda)
Arjuna (derecha)
Tío Julio (centro) Éste no es de piedra
El día lo completamos con una visita lúdico-cultural a la Ruta de las Caras, junto al pueblo de Buendía. Llevo pescando desde hace 15 años en este pantano y nunca me había acercado a ver esta ruta, así que aprovechando la nula actividad de lucios y luciopercas, decidimos visitarla,  lo que recomiendo a la gente que se acerca por la zona, ya que es cómoda de hacer y es curioso ver esas caras grabadas en las piedras areniscas del lugar.

Calavera. "De muerte"
Otro día, espero, sacaremos algún pez. Esta vez, con la visita a una parte del acervo cultural conquense y la degustación de uno de los monumentos de la gastronomía nacional, nos conformamos. Me reitero: ¡Lástima la foto de la tortilla!

Comentarios