Localizadas las carpas, a primera vista enormes, me propongo intentar pescar alguno de estos ciprínidos con la técnica más utilizada para estos grandes peces, es decir, el carp fishing, pero en plan "agreste", osea, a lo basto.
Con unos conocimientos rudimentarios de esta modalidad de pesca me dirijo al lugar, cebo con unos botecitos de maíz y a esperar. He de apuntar el material que ulilizo:
- Caña de ¿carp fishing? de Decathlon con un buen carrete Okuma, una línea de diámetro 0,28 y un bajo del 0,22 (sí leéis bien, pero es un sedal que supuestamente aguanta 9,1 kilos) con un anzuelo del 6.
- Caña de Decatlon, carrete shimano 4000, sedal de 0,30 especial para carpas y el mismo bajo.
Pesco durante 3 horas el primer día y, sorpresa, a la hora me pica un carpón -debía ser, por la fuerza con la que sacaba sedal. En el primer momento no supe reaccionar, pues no acababa de creerme que me pudiera haber picado, pero inmediatamente cojo la caña, me cuesta trabajo sacarla del pincho donde apoyaba debido a la tremenda potencia del bicho, la sujeto durante unos segundos con el freno muy ajustado, en los que me saca más de 70 metros de línea, logro pararla y...se suelta; achaco esta circunstancia a la rotura del bajo, demasiado débil para este tipo de peces, pero no, simplemente se desanzuela.
Segundo día: me asesoro un poco sobre este tipo de pesca y un amigo pescador, Miguel, especialista en la misma, me aconseja que monte un bajo tipo "hair", para asegurar la captura si se produce la picada. Monto dos bajos artesanales con un trenzado del 0,18 y pesco durante otras 3 horas sin ningún resultado positivo. Cebo, de nuevo, con dos botes de maíz.
Tercer día: otro bote de maíz, y a pescar. Y cuando ya las esperanzas de tener una picada se desvanecían y las moscas me comían, veo la caña curvarse y oigo el ronco sonido del carrete quejarse cuando la potente carpa común hacía que el hilo saliera de la bobina pese a lo ajustado del mismo. Una buena lucha, varios intentos del ciprínido de perderse entre las juncadas y, poco a poco la acerco, mansa ya, cansada y rendida, a la sacadera. No es que sea una captura de record, pues calculo que pesaría sobre los 6 kilos (aunque las fotos desmerezcan a la pieza), pero la satisfacción ha sido inmensa al dar por buenas las 10 horas, aproximádamente, dedicadas a esta pesca. Lástima de la primera. Seguramente habría batido mi record de ciprínidos. Puede que otra vez, mientras me leo un buen libro, le dedico un tiempo a esta pesca y a estas hermosas carpas, que todavía están ahí... esperándome.
Con unos conocimientos rudimentarios de esta modalidad de pesca me dirijo al lugar, cebo con unos botecitos de maíz y a esperar. He de apuntar el material que ulilizo:
- Caña de ¿carp fishing? de Decathlon con un buen carrete Okuma, una línea de diámetro 0,28 y un bajo del 0,22 (sí leéis bien, pero es un sedal que supuestamente aguanta 9,1 kilos) con un anzuelo del 6.
- Caña de Decatlon, carrete shimano 4000, sedal de 0,30 especial para carpas y el mismo bajo.
Pesco durante 3 horas el primer día y, sorpresa, a la hora me pica un carpón -debía ser, por la fuerza con la que sacaba sedal. En el primer momento no supe reaccionar, pues no acababa de creerme que me pudiera haber picado, pero inmediatamente cojo la caña, me cuesta trabajo sacarla del pincho donde apoyaba debido a la tremenda potencia del bicho, la sujeto durante unos segundos con el freno muy ajustado, en los que me saca más de 70 metros de línea, logro pararla y...se suelta; achaco esta circunstancia a la rotura del bajo, demasiado débil para este tipo de peces, pero no, simplemente se desanzuela.
Segundo día: me asesoro un poco sobre este tipo de pesca y un amigo pescador, Miguel, especialista en la misma, me aconseja que monte un bajo tipo "hair", para asegurar la captura si se produce la picada. Monto dos bajos artesanales con un trenzado del 0,18 y pesco durante otras 3 horas sin ningún resultado positivo. Cebo, de nuevo, con dos botes de maíz.
Tercer día: otro bote de maíz, y a pescar. Y cuando ya las esperanzas de tener una picada se desvanecían y las moscas me comían, veo la caña curvarse y oigo el ronco sonido del carrete quejarse cuando la potente carpa común hacía que el hilo saliera de la bobina pese a lo ajustado del mismo. Una buena lucha, varios intentos del ciprínido de perderse entre las juncadas y, poco a poco la acerco, mansa ya, cansada y rendida, a la sacadera. No es que sea una captura de record, pues calculo que pesaría sobre los 6 kilos (aunque las fotos desmerezcan a la pieza), pero la satisfacción ha sido inmensa al dar por buenas las 10 horas, aproximádamente, dedicadas a esta pesca. Lástima de la primera. Seguramente habría batido mi record de ciprínidos. Puede que otra vez, mientras me leo un buen libro, le dedico un tiempo a esta pesca y a estas hermosas carpas, que todavía están ahí... esperándome.
Comentarios
ENHORABUENA POR TU CAPTURA!!!
FIRMADO: JUANLU