Esta vez la
jornada de pesca la vamos a llevar a cabo Rafa
y yo en un escenario, otra vez más, desconocido para mí y, en este caso,
también para Rafa.
Quedamos con
dos compañeros de Albacete: Emilio,
con el que ya he compartido algún regional y algún otro concurso, y su cuñado Martín. Nos dirigimos los cuatro a la
llamada Tabla de la Patata, que no es sino una parte del río Guadiana, aunque
la ausencia de corriente me hace pensar que pueda ser un canal de regulación
del cercano embalse del Vicario, aunque esto es una idea propia que pudiera no
ser cierta.
Tres cubitos de carpines pude llenar |
Llegados al
escenario y una vez inspeccionado someramente el lugar nos posicionamos cada
uno en nuestro respectivo puesto, los cuales están ubicados en un claro
habilitado entre los numerosos juncos, lo que te proporciona un puesto
relativamente cómodo, aunque te
imposibilita la visibilidad de tus compañeros de jornada debido a lo tupido de
la mencionada juncada, añadido a que la espesura de este vergel hace que el
calor se intensifique hasta límites en algunos casos asfixiantes debido a que impide el paso de cualquier,
aunque sea ligera, brisa de aire.
Rafa con parte de su pescata |
En el lugar
elegido, y gracias a los dioses de la pesca, nos encontramos con un pescador
con el que rápidamente entablamos conversación al objeto de preguntarle por las
condiciones del escenario y la forma más idónea de tentar a sus habitantes –en
su mayoría carpines- el cual, muy amablemente y con una generosidad en desuso
en la sociedad actual, se prestó a indicarnos la mejor forma de pescar en este
lugar y así poder tener éxito a la hora de tentar a los carpines. Es más,
indicándole mi preferencia por la pesca a la inglesa se ofreció, y de hecho lo
hizo, a montarme el aparejo apropiado para pescar con esta modalidad en este
escenario, y gracias a sus consejos y recomendaciones -incluso, en mi caso, llegó a plomearme adecuadamente las veletas para así ser capaz
de detectar la picada tan sutil de este ciprínido- pudimos hacer un resultado
digno. Sin duda alguna, si no nos llegamos a encontrar a Pepe Rojas, que así se llama este experto y amigable pescador, vecino,
para más señas, de Miguelturra, nuestra pescata hubiera menguado drásticamente,
ya que nuestra idea de la forma de llevar a cabo esta pesca, debido a que sólo
la había practicado el año pasado en el embalse del Vicario, estaba muy alejada
de la necesaria para tener unos resultados medianamente positivos. Así que, y
ante todo, ¡muchas gracias, Pepe!
Emilio en plena faena |
De forma
resumida sólo indicar que la manera de pescar en esta tabla con enchufable, que
fue la caña que utilizamos los cuatro durante toda la jornada, era la de buscar
los peces con montajes de varios tipos: uno, cuyo cebo apoyara ligeramente en el
fondo; otro a un palmo, más o menos, de dicho fondo; y otro, el cual se mostró
el más efectivo en toda la jornada, y el que nos proporcionó más del 90% de las
capturas, fue el de pescar con la técnica denominada “al aire” o "a cebo colgado", es decir, con
el cebo suspendido a un metro y medio, aproximadamente, del nivel del agua. Eso
sí, el cebado, tanto de engodo como de gusano, debe ser constante. Todo esto,
cómo no, es parte de las numerosas enseñanzas que este día nos proporcionó el
mencionado Pepe.
De esta
manera nos propusimos hacer un concurso Cuenca vs Albacete. Resultado: yo al
inicio era incapaz de provocar la picada de ningún pez y en unas dos horas sólo
pude sacar un carpín que me picó, o eso creía yo, en la veleta preparada para
pescar a ras de fondo, pero al sacar el carpín me di cuenta que venía “al robo”,
así que ni este primero picó. A mi izquierda a Rafa lo podía oír sacando algún
pez –carpines y cachuelos-; y a mi derecha, tanto Emilio como Martín mantenían
un ritmo aceptable de capturas. A partir de las dos horas me subí a metro y
medio y empecé a echar gusano y engodo incesantemente, lo que provocó que poco
a poco se fueran cebando los peces y fuera teniendo picadas, más espaciadas en
el tiempo de lo que a mí me hubiera gustado, pero, aunque despacio, vi como se
iba arreglando una jornada en la que se vislumbraban oscuros nubarrones, y no
me refiero en este caso al aspecto meteorológico. De todos modos, cuando quise
reaccionar, los amigos albaceteños ya me doblaban en capturas. Cuando yo
llevaba 15 carpines, Emilio llevaba 30, Martín alguno menos que Emilio, y Rafa andaría como
yo. ¿Quién venció esta contienda cuyo lucrativo premio era un tercio de cerveza
para los campeones? Pues, habrá que dejarlo en empate, ya que los amigos de
Albacete decidieron dar por terminada su jornada de pesca sobre las 16:30,
momento en que Emilio contaba con 57 carpines y Martín y yo unos 40, yéndonos
Rafa ligeramente a la zaga. Por tanto, en ese momento ganaba Albacete, pero la
tozudez típica conquense nos hizo seguir la contienda dado que no se había
puesto hora de terminación a la misma. Así que, al final, Emilio logró 57 capturas que dieron un peso de 20 kilos; Martín sacó 40 carpines (14 kg.); Rafa 60 peces (20); y yo, y pese a mi nefasto inicio,
pude contar 80 carpines que pesaron 29,5 kilogramos. Sólo aclarar que el
Team de Cuenca pescó unas dos horas y media más que el albaceteño, pero la
rendición no está en el vocabulario de los pescadores de la provincia
conquense, así que…lo dejaremos, como ya he indicado, en empate técnico, aunque
sólo sea por nuestra perseverancia. Si por mí hubiera sido, os puedo asegurar,
y teniendo en cuenta la manera de picar de estos peces, hubiera estado pescando
hasta que no se viera ni la veleta.
Descanso de los guerreros. |
Escenario con unos espectadores bovinos. |
Amigos Emilio
y Martín, deberíais haber aguantado un poco más pescando, ya que llegadas las
seis, más o menos, era tal la actividad de estos peces que la velocidad en
sacarlos era la misma que cada uno tuviera en sacar la caña, poner cebo y
volver a posicionar la veleta. Simplemente, ¡impresionante!
Buena
jornada de pesca, buen almuerzo y comida, y grata compañía y conocimiento de
nuevas técnicas y nuevos amigos pescadores. ¡Qué se puede pedir más! Que la Tabla de la Patata estuviera más cerca.
¿Repetiré? Me gustaría, pero nunca se sabe. ¡Es que pilla “mu” largo!
Comentarios
Al llegar a casa esta tarde echamos un vistazo al blog y fue cuando recordé que tu también tenías un blog. Lo he buscado en Google y he pasado un rato divertido con las fotos y algún comentario genial.
Supongo que sabes quien soy ¿No? Soy Manolo, el hermano de Pedrín.
Un saludo.
P.D.Ya te he puesto en favoritos, y si otro día vienes cerca de Ciudad Real, mandame un mensaje a mi correo: mmuelas1@ono.com
Cuando se va a pescar se va a pescar. ¡Jamás había abandonado yo un escenario picando como estaban los peces! Como he dejado escrito, si por mí hubiera sido me habría estado hasta que no se viera ni el panier. Sois pescadores de pacotilla. ¡Adolfoooo...diles algo!
Quien se quiera apuntar a esta contienda que lo diga mediante un comentario en esta página. Todo el que lo desee será bienvenido. Vamos a ver si podemos organizar un buen concurso.
Por cierto, ¿a qué te refieres con que te "hinchas" en Córdoba?