Domingo. 18 de
Noviembre 2012
Yo, mi circunstancia, y la "sardinilla". |
¡Harto! Pero que muy harto me tiene este
pantano. Es aparecer yo por sus aguas y desaparecer los peces. ¿Dónde estarán?
¿Escondidos entre los juncos? ¿Mimetizados entre las algas y pegados al fondo?
¿En el bar de cañas? ¡Yo qué sé! Pero, ¿qué
he hecho yo para merecer tamaño desprecio por parte de los esócidos de este
pantano? ¿Tal es la afrenta que he perpetrado contra ellos para que no se
dignen a darle ni un ligero mordisquito
a mis señuelos? Y gracias a que en el último lance pude sacar un minúsculo
“lapicero” de no más de 20 centímetros, con lo que “bolo”, por lo menos, y es
conformarse con poco, no me fui.
Adolfo con un bonito lucio |
Adolfo tampoco tuvo un día extraordinario,
debido a la notable inactividad de los depredadores, pero acabó la jornada con
unos resultados meritorios, pudiendo, al final, hacerse con 5 lucios: dos tan diminutos como el
mío; un par de un kilo a kilo y medio; y el último un hermoso ejemplar de 3,75 kg. Lo dicho, no fue una pescata desmesurada,
pero por lo menos se fue contento al estrenar sus nuevos señuelos comprados en
su tienda predilecta para la pesca de depredadores de Madrid –obvio el nombre
de la misma por aquello de la publicidad gratuita, aunque advierto que soy
fácil de comprar.
Esócido de 3,75 kg. |
Salvatore luchando con un lucio |
Al hilo del
nombre de la mencionada tienda, comentar que hace unas semanas me hallaba en
ella reponiendo mi exiguo arsenal de señuelos cuando, preguntando al
dependiente sobre las virtudes de algún pez artificial, y habiendo oído los
nombres de Bolarque y Buendía (los dos pantanos que más frecuento en la pesca
de depredadores. Bueno, pesca, pesca… Lo dejaremos en “búsqueda”) se acercó un
cliente que resultó ser asiduo y conocedor de estas dos masas de agua, señalándome
gentilmente los señuelos más indicados para la pesca en estos dos lugares. El
nombre de este pescador es Salvatore,
italiano de nacimiento, pero asentado en España desde hace más de veinte años.
Además de la valiosa información sobre los artificiales más efectivos, tuvo a
bien el ofrecerme su barca para cuando estimara oportuno acompañarlo de pesca. Seguro
que algún día pescamos juntos. Pero, esperando esta ocasión, nos encontramos al
amigo Salvatore en la zona del Peñón de Anguix luchando con un bravo
lucio que sobrepasaría los 4 kilos
de peso, aprovechando así la ocasión para grabar un pequeño vídeo de la
captura, y unas cuantas fotos con su afortunado, hábil, y gran conocedor de
este escenario, pescador. Más tarde me comunicaría, vía mensaje telefónico, que
tuvo que abandonar la pesca apresuradamente por cuestiones de cierta urgencia,
pero, y pese a la mencionada poca actividad de los peces, pudo completar la
jornada con 5 lucios en total, otro de los cuales, y pescado al curricán,
también superaba los 4 kilos.
Salvatore con un lucio de más de 4 kg. |
Por tanto, o
es casualidad o mala suerte, o impericia y falta de habilidad, conocimientos y
destreza por mi parte, pero, el caso es que siempre pescan más mis colegas que
yo. Tendré que poner más empeño en el aprendizaje para menguar así la
influencia del azar en esta ecuación. Eso sí, no me rindo, e incluso estoy
dispuesto a darle otra oportunidad al “desagradecido”
–para mí- Pantano de Bolarque.
*Nota: en el vídeo que he colgado en esta
página, como se puede apreciar, aparecen tres pescadores; dos de ellos: Adolfo y Salvatore, sacando dos buenas piezas, y el tercero, en este caso yo
mismo, sólo aparezco paseando con la barca plácidamente; pero, lamentablemente,
es lo único de provecho que hice en todo el día. Si eso, ya cuelgo la foto con
la “sardina”.
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