Surcando las
aguas del Pantano de Alarcón sobre la “Julito I” (especie de catamarán
neumático construido, casi en su totalidad y de forma artesanal, por su
orgulloso propietario: Julio), nos propusimos buscar a lucios y luciopercas…
tanto monta. Mañana, aunque soleada, muy fría, ya que a las 8:30 el termómetro
marca una temperatura de 4 grados bajo
cero. Avanzado el día, con un brillante sol, y con sólo una ligera brisa,
la temperatura se tornó más benigna e, incluso, agradable. Despacio, a la
velocidad que nos permite el motor eléctrico de la Julito I –he de recordar,
para los más “avispados”, que en este pantano está prohibida la navegación con
motor de explosión- avanzamos por estas límpidas aguas en busca de los lugares
más querenciosos para los depredadores de este escenario. Este trabajo recae en
exclusiva en Julio, ya que él es el experto conocedor del lugar.
Julio con una lucioperca |
La "Julito I" junto a su dueño antes de echarla al agua |
Con relativa
presteza llegamos al lugar elegido de antemano para pasar la mañana tentando a
los depredadores de Alarcón; pero, y para nuestra desgracia, la zona está
ocupada por otros dos pescadores, lo que da un vuelco inesperado a los planes
previstos, haciendo que Julio tenga que buscar otro lugar donde intentar que
algún pércido o esócido sea tan amable de atacar nuestros artificiales, cosa
que se alargará más de lo previsto en el tiempo, ya que pasarían más de dos horas,
con la moral ya algo menguada, hasta que conseguimos tener la primera picada de un lucio que se le escapa, ya llegando a la barca, a mi compañero. Pero,
a partir de ese momento, o por dar con el lugar donde se ubican los peces, o
porque éstos inician su periodo de actividad predadora, las picadas se suceden
con relativa prontitud. A mí, ya clavados, se me escapan tres –suponemos que
lucios, por los cortes que marcan el vinilo, aunque sólo conseguimos ver a uno,
ya a tiro del “atrapa peces”- y a Julio se le vuelve a ir otro ejemplar más. Al
poco, mi colega saca el primer, y único, por cierto, lucio de la mañana, e
inmediatamente soy yo el que clava, y cobra, ¡por fin! una lucioperca. A partir
de aquí, hasta pasadas las 13:30, hora en que desembarcamos, tenemos varias
picadas más, completando el número de capturas con otras 3 luciopercas. Total
de la jornada: un lucio y una lucioperca, Julio; y yo: 3 sandras.
Jornada de
pesca mañanera –como diría el patrón de la embarcación- “a lomos de la Julito I”... espléndida.
La verdad es que se hace muy, muy corta. Entre picadas, capturas, fotos y algún
vídeo de muestra, no te enteras. Y eso que no almorzamos pese a que mi
compañero, amigo y experto guía, generosamente, además de invitarme y
llevarme en su “catamarán neumático”,
como generoso anfitrión que es, había preparado hasta el almuerzo, pero, para
mi desgracia, y debido a los excesos gastronómicos hechos por mí la noche
anterior, los cuales me ocasionaron un pertinaz ardor –y no precisamente guerrero- no lo pudimos probar. El próximo día, si Julio vuelve a invitarme a pescar en Alarcón en su barca, cosa que, por otra parte, estoy deseando, prometo que esta vez sí daremos buena cuenta de un suculento ágape, pero éste va de mi cuenta.
Así que, en
definitiva, hay que dar las gracias a los depredadores de Alarcón por mostrarse
generosos con nosotros y hacernos disfrutar de una bonita mañana de pesca; sin
olvidar, por supuesto, a la Julito I, por surcar el agua con tan
grácil soltura y, sobre todo, por aguantar nuestro -sobre todo el mío-
considerable peso; y, principalmente, a su excelso patrón, Julio, que la maneja con mano firme y la dirige siempre a los
mejores lugares donde “pastan” los verdaderos protagonistas de estas pequeñas
historias: lucios y luciopercas.
Para Goso: sin duda alguna, la “perla
negra” de 15 centímetros es el mejor señuelo, de largo, para este
pantano. ¡Claro, como los tiene cebados con él!
Pantano de Alarcón. Día
9/Diciembre/2012
Como en
estas últimas salidas de pesca, voy a colgar un pequeño vídeo de nuestras
aventuras y desventuras sobre la Julito I, añadiendo al mismo otro pequeño
trozo de otro vídeo grabado el pasado día 6 en el Pantano de Buendía en el que
se ve a Adolfo sacando un lucio. En este vídeo se me oirá decir que ese día le
pensaba “mojar la oreja”, en orden a capturas sacadas. Pero, no fue tal debido
a que el día fue tan malo que no tuve una sola picada. ¡Es que me pierde la
boca! Mi compañero, por lo menos, sacó 2 lucios y una lucioperca. Ya le ganaré
otro día.
Comentarios
QUE SEPAS QUE GOSO ME HA COMENTADO QUE SE ALEGRA MUCHO DE QUE HAYAS DISFRUTADO PESCANDO EN ALARCON.
LO DICHO JOSE ,QUE ME ALEGRO Y ESPERO VERTE PRONTO POR AQUI!!