El espíritu competitivo


23/Junio/2013. 4º Concurso de la regularidad del Coto La Torre.



Jesús
Dicen, de forma un tanto reiterativa, que el buen delantero centro tiene que tener “hambre de gol”, ansia de triunfo, espíritu competitivo. Pues yo, excepto el hambre… pero de barbacoa y otros manjares, lo he perdido. Ya no tengo esa pasión por los concursos que me hacía buscar apresurada y ansiosamente el mejor puesto, que me hacía salir “pitando” en cuanto daban la señal de salida, que me hacía tentar todos los sitios posibles en el menor tiempo posible para encontrar a los salmónidos. ¡Ya, no! Así me va, que mis últimos concursos son escasos en capturas y, consiguientemente, mi nombre adorna de forma casi perenne los lugares más bajos de la clasificación. Pero, paradójicamente, cada vez me lo paso mejor. Me he quitado de encima el gen competitivo, lo cual ha redundado en un mayor disfrute de la jornada de pesca y su posterior almuerzo. No ganaré ningún premio ni prebenda, pero, saque o no peces, siempre me voy contento. Antes no. Contra más abajo en la clasificación, mayor disgusto. Ahora me da igual. Claro que, no descarto que algún día, más por suerte que por pericia, dé la sorpresa y pueda llevarme alguno de los regalos destinados a los primeros clasificados.

Quien lea esto pensará que lo anteriormente escrito es excusa desde el fracaso y que si mis resultados fueran más positivos la historia sería contada desde la perspectiva del triunfador. No es así, pero el pensamiento es libre, además de gratuito, y de esto ya queda poco, así que aprovechemos esta gratuidad que tan desdeñosa se muestra en la vida y la sociedad para otras cuestiones, y que cada uno crea lo que estime oportuno.

Fernando
Consideraciones filosóficas aparte, y en lo estrictamente competitivo, sólo relatar el triunfo de Carlos, segundo consecutivo contando el “Concurso de la Amistad”, celebrado hace apenas dos semanas. 2º) cómo no, Patiño. 3º) un joven pescador que, lamentablemente, desconozco su nombre, pero que en la página del la Asociación podréis ver. 4º) otra joven promesa: Nacho. 5º) Alberto Benita. Y 6º), y de lo cual me congratulo especialmente, Rafa Martínez, gran pescador, mejor persona, que pese a estar pasando un duro trance fue capaz de compartir esta gran jornada de pesca con todos nosotros, además de, pese a sus actuales precarias condiciones físicas, consiguió, como por otra parte es habitual en él, encaramarse en los puestos honoríficos –esos que yo ya veo desde muy, muy abajo-. Anotar también la gran cantidad de truchas sacadas por los participantes.

Yo… Contento; sólo saqué 7 truchas, pero una de ellas pesó 1,43 kg, lo que supuso, seguramente, el título honorífico a la pieza mayor. ¡El que no se conforma es porque no quiere! Eso sí, he luchado con alburnos y gobios que me han dado más guerra que este desganado y laso salmónido.

Ganador del concurso: Carlos
Hoy no pondré las fotos de los triunfadores, ya que es un tanto reiterativo ver a los mismos con el jamón, el queso o la bebida espirituosa que a cada uno correspondiera. Esta crónica la decoraré con las fotos de algunas buenas capturas y sus respectivos pescadores, que le dan más lustre y esplendor a la misma, además de ser yo mismo uno de los agraciados, que todo influye. En la página de la Asociación se podrán ver las fotos de los primeros clasificados de la jornada.

Comentarios

Josiño ha dicho que…
Muchos evolucionan hacia tu mismo punto de vista. La competitividad es una manera de alimentar el ego, pero con el tiempo llega la competitividad sana entre compañeros de afición, que sólo promueve un pequeño y sano pique, si es que alguno aspira a que haya pique.
Por suerte la pesca tiene mucho más.

Saludos
Josan ha dicho que…
Así es, Josiño. Creo, sinceramente, que la mayoría de las veces la competición la sufres más que la disfrutas, sea el resultado que sea, y la pesca debería ser todo lo contrario: relax y esparcimiento.
Ahora, como comento en esta entrada, es cuando me lo voy pasando mejor, precisamente cuando no voy con el ansia competitiva.
Tampoco tengo una trayectoria larga, y mucho menos exitosa, en concursos, además éstos han sido "de andar por casa; pero, pese haber tenido algún pequeño triunfo, la competición que recuerdo con más cariño fue un provincial de salmónidos a lance, en el que me presenté sin idea, sin haberme metido en la vida con un vadeador en el río y en el que sólo saqué una truchita válida de 23 cm. lo que hizo, empatado con otros en piezas, ocupar el último lugar. Pero, sólo esa trucha representó un auténtico triunfo para mí. Disfruté muchísimo de la jornada y es uno de mis mejores recuerdos de pescador pese a tan exigua pescata.
gaucho ha dicho que…
No puedo mas que compartir tu punto de vista con respecto a los concursos una sola vez participe en algo parecido, que en si mismo no era un concurso pero si habia competencia, fue una jornada de captura marcaje y suelta fue el dia mas estresante que he pasado pescando y ya nunca mas, comparto tambien el punto de vista de Josiño en cuanto al pique entre compañeros que al final es muy divertido, en fin la pesca es para disfrutar y veo que eso tu lo tienes bien solucionado, enhorabuena por ello.
Un abrazo
Anónimo ha dicho que…
Podrias decirme cuanto se paga por inscripcion y que ost... Poneis de cebo para sacar esas truchas, mira que he ido ya 3 veces al coto y lo mas grande que he sacado fue un barbo jajaj
Josan ha dicho que…
Lo primero decir que es la última vez que contesto un comentario sin que el usuario se identifique, no por nada especial, sino sólo por saber a quien dirigirme.
Y respecto a la pregunta te diré que la inscripción son 20 euros y que el sacar truchas "gordas" no es tanto "lo que se pone" como "lo que se echa", es decir, el tamaño de las truchas con que se repuebla.
Cebos: los mejores son el gusano de la miel, la masilla naranja y blanca y ahora muchos pescan, con bastante éxito, aunque no es un cebo que a mí particularmente no me gusta, y eso que sé fehacientemente que es muy efectivo, el cangrejito naranja de vinilo.
Para lance lo mejor es la cucharilla y si hay truchas "hermosotas" peces artificiales de pequeño tamaño.