Cómo desengancharse de los concursos de pesca


Arcoíris pescada con cucharilla vibrax
Para desintoxicarse de cualquier tipo de adicción –y mira que hay muchas- no es recomendable ni saludable hacerlo de sopetón. Hay que hacerlo despacio, gradualmente. Aun así tendremos alguna puntual recaída. Alguna vez nos entrará “mono” de concurso. ¡No hay que alterarse! Te apuntas a uno de ellos, tranquilo, sin agobios y sin pretensión alguna de conseguir resultado positivo alguno; totalmente laxo. Si luego suena la flauta por casualidad… bien, y si lo que consigues es un puesto entre los últimos de la clasificación… todavía mejor. Esto último te hará tomar conciencia de la futilidad de los mismos porque, ir “pa ná”, es una tontería, así que lo que en épocas pretéritas, cuando te carcomía el vicio de la competición, te cabreaba y abochornaba, ahora te resultará beneficioso y terapéutico para poder eliminar esta perniciosa perversión.

Y así fue como me presenté este 8 de Septiembre al 5º Concurso de la regularidad 2013 en el Coto La Torre, que, por cierto, el premio final me lo tendrían que dar a mí, ya que si es “de la regularidad”, más regular que yo… ¡Imposible! Entre el puesto 14 a 15 siempre (de 19 a 20 pescadores). Conste que épocas más gloriosas tuve, pero he de apuntar, pese a que alguno lo considere rencor proveniente de mi actual mediocridad, que no lo hago por el despecho del perdedor; además, puedo asegurar y aseguro, que los concursos se viven mucho más a gusto desde la parte más baja y recóndita de la clasificación. Además, a los últimos se les tiene en alta estima, ya que no representan peligro para ningún pescador ávido de triunfo y ayudan al mantenimiento del estatus quo del evento. Sólo harás amigos en estas posiciones, pero en la parte alta de la competición las relaciones personales se tornan un tanto más, digámoslo así, incómodas.

En lo estrictamente competitivo sería reiterarme al nombrar a los primeros; resumiendo: los de siempre. Y en la parte menos noble, es decir, en el grupo de los torpes: Yo, en compañía de otros.

¡Ah, se me olvidaba! Sólo un último apunte: no me fui “bolo”; saqué 6 truchitas (1,8 kg). La técnica utilizada me la guardo, no sea que me la copien. ¡Como me funciona tan bien!

Nota: este artículo está escrito en tono jocoso e irónico, que hay muchos que estas cosas se las toman muy en serio.

Comentarios

Josiño ha dicho que…
Si es que al final si uno va a un concurso a segregar altas dosis de mala leche, aunque gane, este le habrá propinado un duro golpe a su salud. Quizás la humildad sea buena consejera en estos casos.
Saludos y enhorabuena por ser tan regular (en la pesca), no en lo de ir al baño, como dice el anuncio de Activia jejeje.
gaucho ha dicho que…
Jajjajajajaja!!!!, digas lo que digas si sacaste 1,8 Kg es que la tecnica funciona, evidentemente habra otras mejores pero tambien hay que conciderar el factor suerte .
Por otro lado como exfumador digo que los vicios sean cual sean se cortan de raiz y de un dia para el otro, el resto no funciona jajajajaja!!!!!! y esos amigos de mitad de la tabla para abajo merecen una buena quedada sin puntos ni premios, a pescar y luego unos tacos de jamon, buen queso y un buen vino fresco, que mejor premio ???
Un abrazo
Josan ha dicho que…
Tienes más razón que un santo, Josiño, seguro que ya has vivido en tus carnes los sinsabores de la competición, sobre todo si te quedas el último, je, je, je...
Josan ha dicho que…
Gaucho, como compañero en este mundillo de la pesca y también como exfumador empedernido he de reconocer que tu consejo es el más acertado: o se dejan los vicios de sopetón o no puedes con ellos, ja, ja, ja...
Y también tomo nota sobre la quedada del "pelotón de los torpes" para disfrutar de la pesca y un buen almuerzo.