He dejado
pasar más tiempo de lo habitual para iniciar mi temporada de pesca de carpas,
en este caso a inglesa y, además, cosa que no siempre es así, con un
estimable éxito en orden a capturas. Además, y no es tema baladí, también he de
destacar que en el vídeo que he podido realizar para mostrar esta jornada,
titulado, por poner algo: “A la rica inglesa. Y no es una top model
británica” estreno nueva camiseta —y lo bien que me sienta, por cierto,
ja, ja, ja...— con un original logo, el cual intenta representar, no sé si
consiguiéndolo, la filosofía lúdica, de ocio y divertimento que pretendo al
llevar a cabo la actividad que tanto me apasiona: la pesca. Siempre
me he considerado un aficionado, muy alejado del profesionalismo y la
excelencia de los expertos, y, por ende, de sus habilidades y conocimientos, y cuyo
objetivo único y principal es pasárselo bien pescando. Y en ello sigo.
Por tanto,
el vídeo muestra, además, como queda dicho, de una buena jornada de pesca de
carpas, una serie de indicaciones en orden a los aparejos que uso, no sé si
acertadamente o no, algún pequeño incidente ocurrido durante la jornada, y
también alguna recomendación al objeto de solventar estas nimias circunstancias
adversas con el objetivo de seguir disfrutando de un buen día pescando a
nuestro querido ciprínido, la carpa,
que, por mor de la intransigencia de un grupo de ecologistas resulta que hay
que eliminar debido a que ellos la consideran especie exótica o alóctona porque... ¡únicamente lleva en la Península Ibérica 2.000 añitos de nada! ¿Cuántos años
hacen falta para conseguir la carta de naturaleza? ¿Un millón?
Comentarios