Este sábado,
después de varios meses sin pescar en él debido al mal tiempo reinante estos
últimos días, nos propusimos, Adolfo y yo, pasar de nuevo una jornada en las
aguas del Pantano de Buendía. Poco tardaré en hacer la crónica del día, pues
las capturas fueron muy escasas y a punto estuvieron de ser inexistentes, ya
que, desde las 11 de la mañana en que echamos la barca, no sacamos un pez
hasta las 5 de la tarde, concretamente un luciete de algo más de un kilo que me
picó a mí al curricán; a partir de aquí se animó un poco la cosa, pudiendo
clavar Adolfo, a escasos minutos de mi captura, otro lucio. Poco más tarde,
primero Adolfo y luego yo, sacamos un esócido cada uno, más hermoso el de mi
compañero (sobre los 2,5 kilos) picando ambos practicando de nuevo el curricán,
siempre con crankbaits varios, pero todos buscando profundidades de 5 a 6
metros.
¿Por qué no mostraron
actividad los esócidos y menos aún los pércidos? Se podrían barajar varias
hipótesis, aunque seguramente ninguna sea totalmente la correcta: baja
temperatura del agua (6 grados); desove cercano; no saber encontrar nosotros
mismos en qué coberturas y profundidad se hallaban los depredadores; el “acojone”
de los habitantes de estas aguas ante el inminente, desmesurado y probablemente
presentido nuevo trasvase; la enorme presión pesquera que soportan estas aguas
y el castigo y expolio continuo que sufre “día y noche” este pantano por
multitud de depredadores, tanto humanos como una nutrida representación de aves
piscívoras marinas de varias especies, aunque me da, no sé, no sé… que éstas
últimas hacen menos daño que los primeros –por lo menos sus desperdicios son
biodegradables-. Seguro que todo influirá.
¿Puedo
calificar el día de malo? Ni mucho menos, sino todo lo contrario. Pocas
capturas, cierto, pero “en peores plazas he toreado y muchos bolos me he
marcado”. Además, cierto es que me he reído mucho en multitud de jornadas de
pesca, que es, al fin y al cabo, lo más importante de esta lúdica actividad,
pero, y si alguien se anima a ver el vídeo que colgaré, comprobará que un hecho
acaecido en esta jornada nos hizo partirnos de risa durante gran parte del resto
del día; risa que me sigue aflorando sólo con recordar el cómico trance.
Además, ¡y por fin! Después de innumerables años compartiendo jornadas de pesca
con Adolfo pude, al menos, que para mí ya es mucho, ¡empatar con Adolfo en
número de capturas! ¡Aleluya!
Para
terminar voy a plantear una cuestión: ¿es sinónimo de efectividad un señuelo
caro? Puede que sí. Más bien la diferencia esté sólo en la calidad de
materiales, pero si el buen ojo del pescador encuentra un pez que le dé buenas
sensaciones en orden a terminación, forma, material y que piense que se ajusta
a las necesidades de la pesca que desee practicar, que no lo rechace por su supuesta
baratez. Es el caso de mi última adquisición: un crankbait que estaba de oferta
en una tienda especializada de pesca de depredadores por sólo 3 euros, pero que
no era difícil adivinar –luego los peces atacan lo que ellos estimen
conveniente y cuando les da a ellos la gana- que podría ser efectivo; y así
fue, que éste sacó los mismos peces, en un día difícil por la casi nula
actividad de los depredadores, que otro parecido de 9 euros, y de otro, también
muy parecido, pero puede que algo mejor terminado y más sofisticado, de 21,5 “eurazos”.
No están los tiempos para dilapidar el vil metal y, además, los peces no
distinguen del valor pecuniario de lo que muerden. Eso sí, los señuelos que se
venden en páginas web raras, tiendas conocidas por todos y poco especializadas en
la pesca, sólo pueden capturar el bolsillo de algún confiado y neófito pescador.
Y aprovechando el planteamiento de esta pregunta, a modo de concurso de entretenimiento,
voy a retar a los que lleguen a leer esta modesta crónica a que adivinen, sabiendo
que uno vale 3 euros, el otro 9 y el último 21,5, a cuál de los crankbaits que
aparecen al final del vídeo corresponde cada precio. No es difícil, pues si se
pone algo de atención se me “escapa” el de uno de ellos. ¡Hagan juego, señores!
Premio… casi seguro.
Comentarios
Un abrazo
Y respecto al precio de los señuelos, soy totalmente de tu opinión. Hay que buscar señuelos económicos y de calidad, claro... que los hay.
Por cierto, si vuelves a leer esto te comento que, precisamente hace un rato, he intentado hacer un comentario en la última entrada de tu blog -la de la caña indestructible- y no me ha dejado. No sé si le pasará algo.
Un saludo.
Sólo decirte que el carnkbait verde seguro que es el mismo que tú comentas. La marca es "Sport Bass" y lo compré, casualmente, en Deportes Moya por sólo 3 euros. Todos los artificiales de esa marca los tenían a ese precio y me gustó, y hubiera echado más igual que ese si hubiera habido, pero sólo quedaba uno -de esto hace un año más o menos-. También compré un jerkbait de la misma marca y por el mismo precio y te puedo decir que con el mismo saqué mi bass récord (1,6 kilos) lo que dice mucho de esta marca de señuelos. No sé si quedarán en esta tienda más, pero, sin duda, compraré alguno más si los hubiera.
Mi otro crankbait es de la marca XP. Muy, muy efectivos.
Y respecto al expolio que están llevando a cabo en Buendía, ¿qué te voy a contar que tú no hayas visto igual que yo? ¡Una pena!
Captura & Suelta.