Tres jornadas de carpas a inglesa



Primer día
En ocho días, de lunes a lunes, he concadenado tres tardes de pesca de la carpa a inglesa. El primer día, lunes 5 de Agosto, pesco durante unas 3,5 horas en una zona del pantano donde los amigos de La Puebla de Almoradiel habían hecho un concurso el día anterior. Resultado: 29 carpas clavadas y 23 sacadas (26 kilos). Ellos, entre 16 pescadores, sólo fueron capaces de sacar 3 de estos ciprínidos. ¿Por qué esta diferencia? ¿Soy yo un extraordinario pescador y ellos muy malos? No, incluso me atrevería a afirmar todo lo contrario, pero es que en este pantano, y con estos peces acostumbrados a la tranquilidad, la congregación de tal número de pescadores, con el ruido que esto conlleva, unido al estrépito ocasionado por la ingente cantidad de engodo echado a las aguas al unísono, hacen que los peces se alejen despavoridos de la orilla. Si cualquiera con unas nociones básicas de pesca va al día siguiente solo, con todo un escenario cebado para sí, realizará, casi seguro, una gran pescata.
Segundo día: común de 2,5 kg
Segundo día: viernes 7 de Agosto. Acompañado por Anastasio y Sergio. No sé si porque tres pescadores hacen más ruido, porque alejé unos metros el lugar donde iba a pescar y el fondo era menos regular –lo que noté al resultarme más difícil buscar la profundidad- o porque ese día los peces estaban menos activos… el caso es que las picadas fueron muy escasas pese a que la jornada fue la más larga (7 horas), con diferencia, de las tres, pudiendo clavar 7 peces sacando sólo 5, aunque una de las carpas fue una común –pese a su nombre, rara en este pantano- que representó mi récord personal de esta especie en este escenario (2,5 kg).
Tercer día: pequeña común albina: escasísimas.
Tercer día: lunes 12 de Agosto. Mismo lugar, solo, misma técnica, aunque esta vez me vengo a 2 metros más cerca de la orilla donde sé fehacientemente que el fondo es más uniforme. Pesco durante 4,5 horas. No pasarían 5 minutos de echado el engodo cuando comienzo a tener las primeras picadas. Al final, 28 carpas clavadas y 21 sacadas (28 kilos).

¿Qué influye más? El poco ruido, un fondo uniforme libre de obstáculos, la actividad de los peces. Difícil cuestión. 

Comentarios

Josiño ha dicho que…
Coincido con lo expuesto, ya que el ruido es un factor condicionante.
Aunque suene a tontería, sé de pescadores muy buenos, que me han hablado de malas jornadas de pesca en el mar, coincidiendo con tiradas de fuegos de artificio, por lo que estimo que perjudica a la pesca.
En breve quisiera intentar alguna carpa con la modalidad de pesca inglesa, por lo que me gustaría que algún día mostrases los montajes que más utilizas,al igual que los cebos más efectivos según tu criterio.

Saludos
Anónimo ha dicho que…
Josan eres el numero 1 de alarcon lo as demostrado a todas las modalidades de pesca(inglesa, coup, enchufable, y a fedeer) UN CRACK si señor. Saludos Sergio
Josan ha dicho que…
Respecto al ruido, Josiño, hace unos días, ya cebadas las carpas y con picadas constantes, pasó muy rasante un reactor del ejército que incluso me llegó a asustar con el atronante ruido que hizo. ¡No volvieron a picar las carpas hasta pasada más de una hora! ¿Por qué sería?
Lo de explicar algún montaje,aunque me da cierta vergüenza al no considerarme un experto, puede que lo haga, pero a "nivel usuario". No soy ningún profesional... eso otros.
Josan ha dicho que…
Sergio, ya sabes que la clave está en el engodo. Cuanto más barato y peor... mejor lo comen las carpas. ¿No ves que ellas también están en crisis? Pero, como ya sabes, en el próximo vídeo comentaré la composición del mismo.
gaucho ha dicho que…
Imagino que para algunas especies el ruido influye mas que para otras haciendo incapie en la diferencia a entre rio, pantano y mar, en este ultimo imagino que muchisimo menos ya que el mar es de por si ruidoso. Muy interesante lo de ir a pescar al dia siguiente del concurso, no cualquiera tiene una veintena de "ayudantes" cebando para el dia siguiente jajjajaja!!!!! buena jornada, enhorabuena

Un abrazo
Josan ha dicho que…
Así es, amigo Gaucho. Donde más se nota es en los pantanos, sobre todo en lugares donde los peces no están habituados al ruido, éste les hará abandonar la orilla despavoridos al notar cualquier presencia extraña.
Y el gran cebadero que me encontré es la clave para la buena pescata. ¡Así da gusto!