Al exponerte en internet públicamente te aseguras que, en alguna o muchas ocasiones, serás
zaherido, menospreciado, insultado e incluso amenazado hasta en un tema, que
es el que a mí suscita más interés, como la pesca, que se supone que es una
actividad de ocio, lúdica y propensa a la tranquilidad y el esparcimiento,
hacedora de amistades y camaradería y no de disputas. Pues, así es en la
mayoría de los casos, pero no en otros, cuando entra en juego el que llamaremos
desde ahora: “pescador fundamentalista”. Individuo poco cívico, de comportamiento
irracional y absolutista, donde su pensamiento es único y verdadero, siendo
todo acto ajeno, más que irrelevante, inexistente, considerando su primitivo
cerebro que su actitud y comportamiento es el único posible y verdadero.
Si te
dedicas a escribir sobre pesca no tendrás problemas, ya que este individuo no se
molestará siquiera en leer un triste párrafo, pero si lo que expones es una
foto, o peor, un vídeo, si no es de su agrado te caerá sobre ti todo el peso de
su furia irracional, proporcionándote una serie de epítetos insultantes y
amenazadores propios del más rancio fanatismo puesto que él cree, supongo que
por su altísima cultura y conocimiento socio ambiental o por simple ciencia
infusa otorgada por el Creador con su divino dedo, estar defendiendo unos
valores irrebatibles, absolutos e inmutables y cuasi religiosos y, por tanto,
de obligado cumplimiento bajo amenaza, no ya de la condenación eterna, que vale,
sino de las más horribles formas de óbito.
Así, voy a
hacer un breve resumen de lo que le molesta al pescador fundamentalista e
irascible:
-
El
más tenaz perseguidor y de vocabulario más soez (paradójicamente, y no sé por
qué, utilizando innumerables lindezas con abundancia de “kas” en sus escritos, bueno...
más bien insultos), sería el defensor de los depredadores como lucio y
lucioperca. Este "supuesto defensor" suele ser bastante joven. Cuántas veces
he comentado con admiración la nueva generación de pescadores que viene –no éstos,
claro-, defensora de la filosofía del
“captura y suelta”, algo que, por cierto, llevo yo haciendo desde siempre,
cuando desgraciadamente éramos cuatro quienes lo practicábamos. Pero hete aquí
que en alguno de mis vídeos de pesca de depredadores se me ocurrió, en tono
irónico a modo de crítica del Real decreto-ley sobre especies exóticas
por la obligación de sacrificar a ciertas especies de peces, utilizar términos
como: exterminar, aniquilar y… ¡ahí empezó la fiesta! La mayoría de los que ven el
vídeo, personas sensatas y de mente lúcida, comprenden el mensaje subliminal,
pero hay un grupúsculo de irreverentes y lenguaraces que, por supuesto, no
representan al colectivo de los pescadores ni a ningún otro, ya que la falta de
respeto al prójimo es, por lo que se ve, norma en su vida, que no lo entienden
así. Para ellos aclaro dos cosas: hay muchos pescadores, tantos como opiniones
sobre los peces que se deben pescar, los que deben cuidar, los que son dañinos,
los que deben ser eliminados, los que son… Yo estoy en el grupo de los
defensores del “captura y suelta” de
todas las especies, pero es una opción tan respetable como tantas otras.
Además, matizo respecto a lo anteriormente comentado en mis vídeos sobre la
definición de ironía para la Real Academia Española de la lengua: “Figura
retórica que da a entender lo contrario de lo que se dice”. ¡Está
claro! Lo cierto es que este escrito lo hago por mero entretenimiento,
sabiendo de antemano que el fundamentalista, no ya leerlo, sino que ni lo
mirará.
-
No
sólo en el campo de la pesca de depredadores existe la crítica, sino que ésta
se extiende a todas las modalidades, eso sí, de forma más respetuosa y sin
agravios a modo de insulto: si das la receta de un engodo barato, a unos no les
gusta porque “pa” qué están los comerciales; si pescas a fondo con las cañas en
vertical y con alarmas, eso no es pescar tal o cual técnica; si muestras las
capturas en un cubo, eso es malo porque sufren los peces, si esto, malo, si lo
otro, peor. Imposible contentar a todo el mundo, aunque puedo asegurar que todo mi afán como pescador, después de capturar al pez, es intentar por todos los medios devolverlo al agua de la mejor forma posible para salvaguardar su integridad física.
En resumen,
me he propuesto escribir esta entrada, y colgar el enlace en mi canal de
YouTube, para que los críticos tengan un lugar donde soltar los exabruptos que
deseen. ¡Hala, ahí está!
Comentarios
saludos.