No importa
su imponente eslora, ni su velocidad de crucero, ni sus pequeñas o grandes
dimensiones, ni el material en que esté realizada; hay embarcaciones que tienen
un don –nadie sabe el por qué- para la pesca de un cierto tipo de depredador.
Esta gracia es la que posee la Julito l para la pesca de
luciopercas –acompañada, claro está, por el innegable conocimiento e intuición
de su patrón, Julio, para localizar a estos peces-. Es montarte en ella y
tienes la seguridad que tus señuelos serán atacados por los pércidos. También
se sacan “a lomos” de la misma otros
depredadores que pueblan nuestras aguas embalsadas, lucios y basses más concretamente,
pero es con la lucioperca con la que esta barquichuela muestra más
fehacientemente su innegable poder de atracción.
Y así fue,
que después de varios “bolos”
consecutivos en busca de los depredadores patrios –aunque ahora, después de
tantos años asentados en nuestras aguas resulta que son “exóticos”... ¡Manda
huevos!- pude concluir una mañanera jornada entretenida sacando luciopercas; no
muy grandes –entre algo menos del kilo y kilo y medio-, ni luchadoras, como
todo el mundo sabe, pero que me devolvieron de nuevo la fe en la pesca de
depredadores con sólo notar la sutil picada de unos pocos de estos pércidos en
mi caña.
Cuatro
pescadores afrontamos la jornada y cuatro sacamos peces. La Julito
l se impuso a la imponente Victoria 1934 (Alex y Alejandro eran sus
navegantes), pero debido a que esta última el don lo posee para el black-bass,
lo que atestigua la foto de Alejandro con un buen ejemplar de
esta especie sacado el pasado fin de semana en el que compartimos jornada, y en
la que yo me vine compuesto, sin captura y sin apenas señuelos. Además esta
mención se la debo, y pido públicas disculpas por ello, porque, y desgraciadamente,
no me acordé de darle al botón de “grabar” cuando filmaba –o eso creía yo en
ese momento- la captura del majestuoso bass que aparece en la foto.
El almuerzo,
a base de “huevada” y pisto, insuperable. Gracias María Rosa.
Comentarios
Enhorabuena por esa entretenida jornada y un saludo a todos.
Saluidos Alex.
Un saludo, Alex, y la próxima revancha seguro que nos mojáis la oreja; eso sí, el almuerzo que no falte, que es ahí donde damos el do de pecho, o más bien, de barriga, je, je, je.
Saludos
David
www.romanillosamosca.com