Una osadía,
sí. Algo exagerado... también, pero a modo de prueba, por una vez, hay que
reconocer que tiene su aliciente.
Intentar
llevar a cabo una jornada de pesca de
carpas utilizando las tres técnicas o modalidades más habituales en la
pesca de este ciprínido es, en
muchos aspectos, una demasía. Tienes que hacer tres cebaderos para atraer a los
mismos a los peces: en este caso, uno a 12 metros para pescar al coup con caña fija; otro a 25
para pescar a inglesa; y el último, para
la pesca a fondo, lanzando perpendicular
al panier, y lo más alejado posible de los anteriores para no desperdigar mucho
a las carpas cercanas, a unos 20 metros de la orilla. Sólo se
puede pescar con dos cañas a la vez (además la ley no permite otra cosa), por
lo que tenía que alternar inglesa y coup, teniendo siempre la caña de fondo
puesta con una alarma de las que se utilizan en carpfishing debido a que, si
prestas atención continua, como así debe ser, a las veletas de coup, unas
veces, y de inglesa, otras, no puedes controlar la de fondo, siendo el pitido
de la alarma lo que te avisará de la picada. Aun así, un par de veces casi
acaba la caña de fondo dentro del pantano arrastrada por una carpa, pero
también pude hacer un doblete, esta vez a inglesa y fondo, aunque la dificultad
de completarlo con dos peces tirando a la vez de sus respectivas cañas es
notable.
¿Se sacan
más carpas así que concentrándonos sólo en una técnica? No sé. Pero la cuestión
es que la prueba se saldó de forma positiva al sacar 4 carpas a inglesa, 9 al
coup y 8 a fondo, aunque esta última modalidad fue la vencedora, ya
que tuve clavadas 17 carpas, aunque 9 de ellas lograron zafarse del anzuelo.
Todo esto y más en el vídeo adjunto.
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