Después del
varapalo terapéutico del domingo anterior, no era cosa de quedarse con el
regusto amargo de la exigua pescata –recordemos que 6 truchitas-, por lo que
para resarcirme me di un garbeo por Alarcón para probarun nuevo lugar y para intentar sacar algún
pez. Para asegurar pesco de nuevo a inglesa, ya que es sabido que los peces más
adentro se encuentran más tranquilos. No pasarían más de 10 minutos de cebado
el pesquil cuando veo la veleta hundirse, clavo y al otro extremo del sedal
empieza a tirar de forma furibunda algo que pensé que podría ser una carpa
descomunal. Pero no. Resulta que el freno del carrete estaba un tanto flojo, lo
que hacía que el ciprínido podía sacar hilo con bastante facilidad y con poco
esfuerzo, además de que mis sensaciones habían cambiado al haber tenido que
“luchar” el día anterior con enormes truchas de 250 a 300 gramos, lo que hizo
que al notar esta carpa –que pesaría sobre el kilo y medio- me diera la
sensación que era un atún de 250 kilos debido a la desproporcionada diferencia
entre la lucha que ofrecen estas respectivas especies y también, claro está, a
su notable diferencia de peso.
Así que,
como en el fútbol, después de una mala jornada rápidamente llega otra en la que
desquitarse. Jornada de ciprínidos a inglesa muy entretenida, ya que en apenas
3,5 horas pude clavar 18 carpas, aunque sólo pude capturar 13. No sé porqué en
esta zona están más fuertes que en otras, llegando la última a partirme la
línea por encima del plomeado (seguramente por algún roce anterior del sedal),
lo que hizo que mi querida veleta quedara a la deriva arrastrada por el oleaje,
seguramente ya cerca de los regadíos de Levante.
* Además, aprovechando esta crónica sobre pesca a inglesa, ahí os dejo mi último vídeo pescando con esta técnica. Se trata de PICADAS espectaculares producidas por las carpas de Alarcón.
Comentarios
Gracias, Toni, y un saludo.
Enhorabuena ! y el video está muy chulo también !
Un saludo crack !
Saludos
David
www.romanillosamosca.com
Un saludo.