La pesca muchas
veces te depara gratas sorpresas, y pese a que podamos acumular sucesivas e
ingratas jornadas sin ver pez alguno, si se persevera, todas estas penurias se
pueden solventar de golpe y porrazo cualquier día en modo de extraordinaria
pescata, cosa que me ocurrió, y para dar fe de ello así lo relato, hace escasas
fechas tentando las carpas en el Pantano de Sandeces, lugar pródigo
en ciprínidos, conocidos éstos, además de por su buen porte y tamaño, por su
peculiar estructura ósea y su mullido y esponjoso cuerpo, grato incluso al
tacto. Picaron estos dos lustrosos ejemplares a boilie sabor caramelo de la
marca “Fresh Fish” y después de una bonita lucha acabaron en mi sacadera, foto
y de nuevo al lugar donde las encontré... a la estantería, perdón, digo... al
agua.
Comentarios
Saludos Josan