Ni mucho
menos llegar a 200.000 visualizaciones con un vídeo en YouTube en un
canal dedicado exclusivamente a la pesca de agua dulce es algo sencillo. Estas cifras
están sólo al alcance de vídeos chorras, canciones de éxito o de algún pobre
animalillo haciendo alguna gracieta propia de su especie y condición. Pero...
de pesca, difícil. ¿La clave para atraer al pescador medio? Sobre todo acertar
con el título y darle algo que ande buscando. Luego, si tiene algo de calidad mucho
mejor, no ya por el número de visualizaciones, pero sí en relación a los “likes”
y “dislikes” y de los comentarios más o menos halagüeños o críticos que recibirás
(aparte otras cuestiones más banales).
El caso es
que dos de mis vídeos, sin ser ninguno de ellos una obra del séptimo arte ni de
lejos y simplemente tratando de explicar alguna noción básica y sencilla, casi
al unísono han llegado a este “espectacular” número de visualizaciones. Ahí os
los dejo, para solaz de unos y pavor de otros. Es lo que hay.
Comentarios